El Sloughi se originó en
Oriente y vive desde hace muchos siglos en Africa del Norte.
Actualmente se observa el mayor número en Marruecos.
El Sloughi existe exclusivamente en forma de pelo corto.
Por su porte, por la fineza de sus tejidos y por su musculatura
delgada su apariencia general es la de un perro distinguido y de
gran gracia.
Aunque noble y orgulloso, está muy ligado a su dueño y lo
defiende en caso de necesidad. Posee un instinto cazador y es
capaz de cualquier esfuerzo sostenido; también le gusta la
comodidad dulce de una casa.
Vista de perfil, la cabeza es alargada, elegante y fina. Como
una cuña muy alargada, el cráneo forma la parte más amplia, la
cual disminuye progresivamente hasta la punta de la trufa. El
surco frontal es apenas marcado. Cresta y protuberancia
occipital son apenas visibles. Stop ligeramente marcado. Trufa
de color negro con ventanas bien abiertas, Hocico cuneiforme,
alargado. Labios finos. Mandíbulas fuertes, mordida en tijera.
Ojos grandes y oscuros. Expresión dulce y un poco triste, con
una mirada como nostálgica. Orejas de inserción alta,
ligeramente por arriba de la línea de los ojos. Caen bien
pegadas a los lados de la cabeza, no muy grandes, de forma
triangular, ligeramente redondeadas en su extremidad.
La línea superior del cuerpo está suavemente encorvada, con
ancas sobresalientes a la misma altura o ligeramente más arriba
que la de la cruz, que es bien saliente. La espalda y el lomo
son cortos. La grupa es huesuda, ancha e inclinada. La línea
inferior es una curva bien arqueada con el vientre y los flancos
bien retraídos.
La cola es delgada, llevada por debajo de la línea de la
espalda, la punta presenta una curvatura hacia arriba.
La piel es muy fina, pegada al cuerpo, sin arrugas. El pelaje es
muy corto, tupido y fino. Sus colores abarcan todos los matices
del arena claro al arena rojo, con o sin máscara negra, con o
sin manto negro, atigrado o sombreado.
Su movimiento es ágil y ligero, con buen alcance, cubriendo
mucho terreno.
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