Un perro tan raro
y de aspecto tan extraño suscita las más variadas teorías sobre su
origen e historia. Nació en la China Meridional, en la dinastía Han
(contemporáneo al Imperio Romano) y sirvió como perro de guarda y
defensa en los templos, de allí la piel suelta, orejas cortas, cola
alta, y las mandíbulas potentes. Luego de muchos siglos, en la China
del sur se lo utilizó en el deporte de la pelea de perros, pero
debido a sus orígenes de guarda y defensa, sólo atacaba si el otro
perro lo hacía primero. Con la llegada del comunismo a China se
eliminaron las manifestaciones de lujo como la cinofilia, y el Shar
Pei debía desaparecer de los hogares. Así llegó, en los años
sesenta, a estar en vías de extinción. Sólo quedaban unos pocos
ejemplares en 1972 y una carta publicada en la revista
norteamericana Dogs, escrita por dos habitantes de Hong Kong que
pedían a occidente se hiciese cargo del futuro de la raza hizo
explotar la fiebre del Shar Pei en los Estados Unidos.
Una de las características más importantes de la raza es su pelo
aspero y sin brillo. Su nombre significa en chino "perro de piel de
arena" y Shar Pei traducido literalmente es "aspero cortedad".
Otra peculiaridad es la lengua de color negra azulada. Y lo más
llamativo: las arrugas en la cabeza y papada que continúan con
muchos pliegues cubriendo todo el cuerpo.
Hoy es exclusivamente un animal de compañía, que también se muestra
eficaz defensor de su propiedad y de la familia. Afectuoso, muy
sensible, fiel sólo a su familia y de excelente convivencia con los
niños ya que es muy suave. Es un perro que no necesita mucha
actividad, es excesivamente limpio y para nada destructivo por lo
que se adapta perfectamente a vivir en espacios reducidos.
|
|