Con sus largos flecos de pelo
rojo caoba, el Setter Irlandés, así llamado por su tierra de
origen, es indiscutiblemente el Setter más elegante. Como sus
parientes inglés y gordon está dotado de un excelente olfato y
gran velocidad, pero tiene un carácter más fogoso que los otros
dos.
Los setters más antiguos en Irlanda eran de color rojo y blanco
desde tiempos remotos. De ellos, seleccionando poco a poco para
eliminar el blanco, nace el Setter Irlandés, buscado hoy en día
más por su bello y elegante aspecto que por sus virtudes como
cazador.
La longitud del tronco debe ser similar a la altura a la cruz.
La cabeza es larga y delgada, con hocico y cráneo de igual
longitud y en planos paralelos. Los ojos son de color avellana
oscuro o marón oscuro. No deben ser demasiado grandes. Las
orejas de tamaño moderado y textura fina, de implantación baja y
hacia atrás. Caen formando un nítido doblez cerca de la cabeza
del perro. El cuello es largo, muy musculoso, no muy grueso,
algo arqueado. Su cuerpo es proporcionado al tamaño del perro.
Pecho profundo, bastante estrecho en el frente, costillas bien
arqueadas dejando bastante espacio para los pulmones. Lomo
musculado y levemente arqueado. La cola es de nacimiento
relativamente bajo siguiendo la línea dorsal que es recta y
firme. El pelaje de textura sedosa, con abundantes flecos de
color solamente rojo caoba. Típico de la raza es el movimiento
libre, fluído y enérgico, con la cabeza en alto se desplaza con
un galope velocísimo. Los cazadores dicen que parece una
"llamarada sobre los prados".
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