La
mortalidad en el período neonatal ha sido y continua siendo un
problema con variados enigmas para criadores y veterinarios.
Luego de ocurrido el nacimiento, durante los primeros 7 días de
vida ocurre el mayor porcentaje de muertes, es este el momento crítico
del período neonatal. La mayoría de estos cachorros poseen un
adecuado peso al nacimiento y buenos signos vitales, por lo cual
se considera que tendrán altas probabilidades de sobrevivir. Sin
embargo en poco tiempo comienzan a debilitarse y luego mueren.
Esto ocurre con más frecuencia entre los 3 y 5 primeros días de
vida y en la mayor parte de los casos no se encuentra una causa
que justifique la muerte. La madre suele encontrarse en estado de
salud, haber tenido una gestación y un parto normal. Muchas de
estas pérdidas pueden deberse a problemas de manejo.
Es preciso recordar que el neonato es sumamente sensible a los
factores medioambientales ya que no posee la capacidad de adaptación
a cambios de temperatura, humedad, etc que posee un cachorro más
grande por ejemplo de un mes de edad. Durante las primeras 3
semanas de vida el cachorro depende de la madre para sobrevivir y
es sumamente vulnerable debido a:
Escaso desarrollo de mecanismos de termorregulación: El cachorro
es incapaz de mantener por si solo una temperatura corporal que le
permita llevar a cabo las funciones orgánicas sin inconvenientes.
Es por esto que requiere de una fuente de calor para mantener su
temperatura en un rango aceptable, es la región mamaria de la
hembra la que le aporta el calor suficiente. Cuando existen
problemas en la crianza y este sistema de aporte de calor falla,
el cachorro fácilmente sufre hipotermia con sus consecuencias
nocivas.
Riesgo de deshidratación: Debido al gran porcentaje de agua
corporal y a su función renal inmadura, el neonato es
particularmente sensible a la deshidratación. El agua que debe
ingerir y luego eliminar en parte a través de sus riñones es prácticamente
el doble que la de un adulto. Es por esto que cualquier mecanismo
que desestabilice la ingesta, produce rápidamente deshidratación.
Riesgo de hipoglucemia: El cachorro posee escasas reservas de glucógeno
hepático, es por esto que una falla en la lactación produce rápida
hipoglucemia seguida de pérdida del tono muscular y reflejo de
succión así como tropismo hacia la fuente de calor (madre), lo
cual perpetua este problema y acarrea otros (hipotermia y
deshidratación).
Inmadurez del sistema inmune: Solo un pequeño porcentaje de
anticuerpos atraviesa la placenta. El resto de los anticuerpos que
permiten que el neonato sobreviva en el medio es aportado por el
calostro ingerido durante las primeras 18 a 24 hs de vida. Si
existe una falla en la ingestión calostral el cachorro difícilmente
podrá sobrevivir.
Si analizamos lo anteriormente expuesto podremos comprender que
cualquier alteración medioambiental aunque parezca irrelevante,
puede alterar el equilibrio fisiológico del recién nacido y
llevarlo a la muerte. Es así que la humedad, temperatura, higiene
y aireación de la maternidad deben controlarse estrictamente a
fin de reducir el porcentaje de mortalidad neonatal relacionada
con fallas de manejo.
Med. Vet. Stornelli Maria Alejandra
Med. Vet. Stornelli María Cecilia
Cátedra de Reproducción Animal.
Facultad de Ciencias Veterinarias - Universidad Nacional de La
Plata |