INTRODUCCIÓN
La inseminación artificial (IA) se define como la
transferencia de espermatozoides del macho a la hembra por medios
diferentes al servicio natural. Esta biotecnología puede ser de
moderada o alta complejidad, y de bajo o mediano costo, según la
técnica y el tipo de semen utilizado (fresco, refrigerado, o
congelado).
Existen diversas razones por las cuales se recurre a la IA con
semen fresco, entre ellas podemos mencionar:
· Perros de carácter agresivo
· Perros de muy buena calidad genética pero incapaces de montar
por enfermedades musculares, artritis, defectos de conformación
adquiridos, problemas de conducta como inexperiencia, timidez,
apatía o aversión hacia la hembra, incapacidad de la hembra de
dejarse montar, entre otros
El estado de salud y nutrición de los reproductores, así como el
manejo del momento de inseminación, semen utilizado y técnica de
inseminación determinan en gran medida el éxito o el fracaso de
la IA. Este breve artículo intenta rever los conocimientos de la
IA vaginal con semen fresco en los caninos.
OBTENCIÓN DEL SEMEN
Previo a la toma de muestra se recomienda limpiar la zona
prepucial y abdominal, siendo adecuado en perros de pelo largo
cortar el pelo de la región. En los caninos usualmente el semen
es recolectado por masturbación sobre un piso no resbaladizo. A
fin de facilitar la eyaculación resulta de utilidad contar con la
presencia de una hembra en celo, o en su defecto, una perra a la
cual se le aplica tópicamente en la región perineal feromonas
sintéticas (metil-p-hidrobenzoato) o un hisopo impregnado de
descargas vulvares de una perra en celo. Es importante la
presencia del menor número de personas posibles a fin de reducir
el estrés y distracciones externas del macho al momento de la
extracción.
Si el Profesional es diestro, se colocará a la izquierda del
reproductor. Luego de realizar una estimulación leve del bulbo
del pene mediante masaje suave a través del prepucio, procederá
rápidamente, y antes que se produzca una erección total, a
correr el prepucio por detrás del bulbo del pene. Si esto no
fuera posible, la presión del bulbo ingurgitado presionaría
contra el prepucio ocasionando dolor e impidiendo la total erección
y posterior eyaculación del animal. Una vez retirado el prepucio
se realiza una presión sostenida en caudal del bulbo. La primer
fracción que el animal eyacula es la preespermática, carente de
espermatozoides y de muy escaso volumen. Le sigue la fracción
espermática, rica en espermatozoides y fracción que se colecta
en su totalidad cuando se desea realizar la inseminación
artificial. En ocasiones es de utilidad realizar presión pulsátil
sobre proceso uretral para facilitar la eyaculación en animales
no entrenados.
Luego de la fracción espermática comienzan movimientos pulsátiles
de la uretra. En este momento comienza a eyacular la tercera
fracción o fracción prostática, nuevamente carente de
espermatozoides. En este momento el pene se gira 180 º hacia atrás,
simulando la posición tomada en el servicio natural
(abotonamiento). De la fracción prostática se colecta solo la
cantidad suficiente para asegurar la recogida de toda la segunda
fracción o fracción espermática. Una vez concluida la colección
del semen, se controla la reintroducción normal del pene en el
prepucio.
CARACTERISTICAS DEL SEMEN
Varios espermogramas del reproductor, realizados algunas
semanas previas a la IA, deben ser evaluados. El espermograma
considera las características macro-microscópicas del semen
eyaculado, y orienta sobre las posibilidades de éxito de la IA en
lo que respecta al semental, y ayuda asimismo a la elección de la
técnica de IA.
Asimismo, e inmediatamente previo a la IA, es de utilidad observar
rápidamente al microscopio óptico una gota del semen. Este
procedimiento asegura que el semen a inseminar contiene la fracción
espermática, y orienta sobre su calidad en cuanto a la motilidad
y vitalidad de los espermatozoides.
MOMENTO DE INSEMINACIÓN
La IA debe ser realizada en el momento adecuado para que los
espermatozoides puedan interelacionar con óvulos maduros capaces
de ser fecundados. Existen distintos métodos para determinar el
momento de la IA con distinta eficacia, practicidad, exactitud y
costo de los mismos.
Las particularidades fisiológicas de los caninos dificultan la
estimación del momento de mayor fertilidad de la hembra sin el
uso de métodos complementarios. Los días del ciclo estral, las
características de la descarga vulvar y la conducta del macho son
métodos muy subjetivos y con alto índice de error. Siendo la
combinación del comportamiento de la hembra, con la vaginoscopía,
la citología vaginal y las determinaciones hormonales los de
mayor confiabilidad.
En los caninos la duración del proestro es variable, pudiendo
oscilar entre 2 y 25 días. La ovulación ocurre aproximadamente
48 horas luego de ocurrido el pico preovulatorio de hormona
luteinizante (LH), al inicio del estro. La posterior maduración
del ovocito requiere aproximadamente 2 días. Si bien la hembra
suele aceptar al macho sólo durante su periodo fértil,
frecuentemente también lo acepta durante periodos no fértiles.
Debido a esto es que por si sólo la observación de la conducta
no es un buen indicador. Debido a la elevación de la estrogenemia
en el proestro, el número de capas celulares del epitelio vaginal
aumenta. Este hecho hace que las células luminales se alejen de
la irrigación sanguínea evolucionando hacia la muerte. Este fenómeno
puede visualizarse claramente en extendidos vaginales seriados los
cuales, junto con la imagen vaginoscópica, pueden orientar al
comienzo del estro. Sin embargo no se puede identificar
exactamente el momento de mayor fertilidad de la hembra. El dosaje
de progesterona sérica hace posible determinar el momento de la
ovulación a través de la estimación indirecta del pico de LH.
Los óvulos permacen capaces de ser fecundados durante 4 o 5 días,
periodo en el cual realizaremos la IA.
TECNICAS DE INSEMINACIÓN
El semen colectado puede inseminarse en la vagina (inseminación
intravaginal), o en el útero (inseminación intrauterina). En
nuestro medio la inseminación intravaginal es la empleada
rutinariamente por ser una técnica sencilla y de bajo costo.
La inseminación intrauterina se reserva para la inseminación con
semen congelado o semen de mala calidad, debido a que es una técnica
de mayor complejidad y costo, y que requiere de un entrenamiento
especializado.
La inseminación intravaginal se realiza con un catéter plástico,
de distintas medidas según el tamaño de la perra, al que se
adosa en su extremo una jeringa conteniendo el semen a inseminar,
siendo posible utilizar asimismo una sonda rígida urinaria. En
algunos casos, el dedo índice, enguantado, ayuda a evitar la fosa
del clítoris y la uretra. El catéter o la sonda se introduce
dorso-cranealmente, con la perra en estación. Una vez ubicado el
catéter lo mas craneal posible en la vagina, se descarga el semen
completamente. Por ultimo, se llena la jeringa con aire y se
descarga, a fin de evitar que quede semen retenido en el espacio
muerto del catéter.
Los miembros posteriores de la hembra se elevan inmediatamente por
alrededor de 10 minutos masajeando conjuntamente la región vulvar
a fin de estimular las contracciones uterinas, evitando el reflujo
de semen y facilitando el transporte de los espermatozoides hacia
el aparato genital craneal.
CONCLUSIONES
La realización de la IA intravaginal con semen fresco es una
maniobra fácil y rápida que no lleva mas de 15 minutos, y
permite superar diversos problemas de conducta y anatómicos tanto
del macho como de la hembra. Asimismo es una técnica útil y de
bajo a moderado costo, que brinda grandes posibilidades en la clínica
reproductiva diaria. Sin embargo, si no se tienen en cuenta
algunos factores sumamente importantes en su aplicación, por
ejemplo, el estado de salud y nutrición de los reproductores, la
detección del momento de mayor fertilidad de la hembra, el tipo,
manejo y calidad del semen utilizado, y la implementación de una
técnica adecuada de IA, puede tornarse una práctica
desalentadora. Asimismo, ninguna técnica de IA por mejor que esta
sea puede superar el porcentaje de preñez obtenido por servicio
natural, sin embargo, aporta la valiosa posibilidad de dejar
descendencia a perros de alto valor genético, que por diversos
motivos se encuentran imposibilitados de realizar el servicio
natural.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
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foxes. Animal Reprod. Sci. 42: 251-26.
2. Feldman, E. C. & R. W. Nelson, 2000. Sección 7, Reproducción
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Endocrinología y Reproducción en perros y gatos. 2da. ed.
McGraw-Hill Interamericana, México
3. Linde-Fosrsberg, C., 2000. Workshop of Artificial Insemination
in Dogs. Pág.48-58, Artificial Insemination with Fresh, Chilled
Extended, and Frozen-Thawded Semen, Oslo
4. Núñez Favre, R., Y. Corrada, M. Villanueva & C. Gobello,
Asesoramiento del momento de servicio de la perra. Revista Colegio
Veterinarios (en prensa).
5. Sorribas, C.E., 1999. Inseminación Artificial, 67-72. En:
Reproducción en los Animales Pequeños, 2da. ed. Ed. Intermédica,
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6. Vega Gordon, L; Matas Parra, C., 1998 Tecnología de la
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