Sinónimo de galgo, el greyhound es una potente máquina de correr. De origen muy antiguo, era utilizado para la caza de la liebre y hoy atrae a un público de grandes apasionados en muchas partes del mundo disputando competencias en los canódromos.

Se sabe que fueron los fenicios quienes los introdujeron en Europa alrededor del año 1000 antes de Cristo, provenientes de Egipto y Oriente. En las Islas Británicas fueron cruzados con otras razas nativas y allí fue fijada la raza con sus características actuales. Fueron criados tanto por los nobles como por el pueblo anglosajón y tenido en gran consideración por todos.

El greyhound es un perro alto y esbelto, sumamente potente, todo en su anatomía está en función de un rápido desplazamiento con el mínimo esfuerzo y la menor resistencia. Las extremidades son finas pero robustas, la musculatura excepcionalmente desarrollada y se marca muy bien sobre una piel muy fina y tensa. La cabeza es larga, con mandíbulas potentes. Las orejas pequeñas y en forma de rosa. Ojos oscuros. Cuello largo y musculoso. Cuerpo con tórax profundo y ancho. Dorso largo y en la zona de los riñones la línea superior es ligeramente arqueada. Cola larga, de nacimiento bajo, el perro la debe llevar baja y ligeramente curvada. El pelaje es fino y cerrado, de color negro, rojo, ciervo, atigrado o cualquiera de estos colores mezclado con blanco. Su movimiento es recto, bien cerca del suelo, libre, lo cual permite al animal abarcar mucho terreno con rapidez. Los miembros traseros llegan bien debajo del cuerpo, proveyendo así una gran propulsión.

Considerado el "rayo" de los caninos, el Grayhound o Galgo Inglés es un perro de buen caracter y cariñoso con la familia.