¿Recuerda
cuando Ud. comenzó a exponer perros? ¿Recuerda que contento
estaba por haber ganado una categoría? Cualquier premio era
bueno. Ud. podía vivir una semana con la felicidad de haber
ganado un tercer lugar.
¿Recuerda Ud. que emocionado estaba el día en que ganó su
primer reservado de C.A.C.? Por supuesto, al tiempo que Ud. obtuvo
su décimo reservado con el mismo perro el esplendor ya se había
apagado ¿Pero recuerda el primero?
¿Qué me dice del día en que su perro ganó el primer C.A.C.?
Ud. probablemente recuerda la exposición, la fecha, el juez, el
clima y tal vez la ropa que vestía ese día. Si Ud. es como
algunas personas, probablemente Ud. podrá recordar el bife que
compró para celebrar. No era para comerlo Ud., sino para su
perro.
Cuando
exponemos perros, las derrotas vienen suficientemente a menudo.
Pero si sus perros son buenos y Ud. persevera, los triunfos también
llegan lo suficientemente a menudo. Es posible comenzar a pasar
por alto algunas de las cosas que nos dieron la alegría de
exponer en un principio. Recientemente, yo reflexionaba sobre los
días de mis comienzos para ver lo que me había llevado de ser
aficionada a cierta raza a todas las dificultades de la pistas de
exposición. Recuerdo los viajes con mi primer Beagle de exposición.
A pesar de estar casada, tener una hija y haber hecho algunos
viajes, esto era diferente. Eramos solamente las dos.
"Daunttess" era cachorra y había estado conmigo solo un
corto tiempo. Disfrutábamos completamente la relación durante
las sesiones de entrenamiento y las exposiciones, y los viajes
fuera de la ciudad intensificaban nuestra armonía. Mis diva-gues
pasados habían sido hechos ya sea sola o con mí esposo; ahora
tenia una serie de experiencias com-pletamente nuevas, y eran
realmente divertidas!
Dauntless y yo disfrutábamos las largas horas en la ruta. Ella se
enroscaba en el asiento delantero y andaba millas y millas.
(Aunque ahora ya no, en dos ocasiones tuve que clavar los frenos
cuando se me cruzó otro auto. Mi perra se cayó al piso cada vez.
Se han muerto perros en esas circunstancias. Ahora cualquier perro
que viaja conmigo, va seguro dentro de una jaula.)
Cuando los tiempos eran de abundancia gozábamos con el servicio
del hotel. Cuando el dinero escaseaba vivíamos una existencia
espartana, excepto en la comida de1 perro. Nos alojamos en hoteles
adorables, moteles ordinarios y, en una o dos ocasiones, lugares
que nunca hubiera admitido. Dondequiera que estu-viéramos y como
quiera que hubieran resultado las ex-posiciones, nos divertíamos.
LOS TRIUNFOS COMENZARON A LLEGAR
Así es como e1 promedio de los expositores de perros comienzan.
Se ganan algunos premios, algunos C.A.C.s, Ilegan los
"majors" y luego al fin se tiene un campeón. Si se
continúa, se entra en la competencia por e1 Mejor de Raza. Aquí
se pueden dar algunos tropiezos, pero los triunfos comienzan a
llegar y la mira cambia de "¿Seré tenido en cuenta en la
Raza?" a "¿Me ubicaré en el Grupo?" El simple
placer que tenia al irse a su casa con un diploma se ha esfumado.
Si no gana la Raza, vuelve a su casa absolutamente contrariado. No
hay nada necesariamente malo en ello, porque después de todo ¿Quién
no expone para ganar?
Hace unas pocas semanas, yo estaba conversando por teléfono con
una buena amiga y le conté que aunque el joven Beagle que estaba
exponiendo en esos momentos había sido llevado al Grupo el día
anterior, no había sido ubicado. Debo haber dicho algo que sonó
como "no sé porqué me molesté en llevarlo" porque mi
amiga me dijo, "Anne, te estás cansando."
La madre de este cachorro fue, aunque de ninguna manera mi primer
perro, mi primer ganador. Con ella yo experimenté todas las alegrías
de las exposiciones: los primeros puntos, el primer título y la
gloriosa sensación de terminar su campeonato e inmediata-mente
ponerla en la pista de obediencia donde ella obtuvo su CD en gran
forma. Cada paso positivo a lo largo del camino era motivo de gran
regocijo. Mi perra y yo éramos un equipo, éramos compañeras,
buenas amigas.
Pasaron algunos años y ahora estoy exponiendo a su hijo. He
pasado por alto el hecho de que este cachorro tiene solo nueve
meses de edad. Lo he criado y expuesto yo misma, y la razón por
la que el estuvo en el Grupo ese día fue porque el había ganado
la raza sobre 1os campeones desde la categoría Cria-do por el
Expositor con un "major" de cuatro puntos! Mi amiga
tenia razón. Seguramente yo me estaba can-sando.
En realidad, probablemente me cansé en tiempo record, dado que mi
experiencia como expositora difícilmente puede ser considerada
extensa. Esta no es una buena reflexión sobre mi. Pero estoy
compar-tiendo mis pensamientos así que aquellos que vean un
poquito de su propia actitud en esto pueden darse a ellos mismos y
a sus perros una experiencia más "bondadosa y
apacible." Todo lo que hace falta es echar una mirada a
aquellos días de novicio.
Pensando en aquellos días de los primeros triunfos ¿Qué es lo
que lo hacia a Ud. tan feliz? El ganar hace a la gente feliz.
Parte del regocijo simplemente viene de la novedad de lo que uno
está haciendo. Estas son nuevas sensaciones: ser escogido por el
juez mien-tras Ud. y su perro recorren la pista por última vez;
que un juez reduzca una categoría numerosa a Ud. y otro
competidor y que luego lo señale a Ud.
Un factor muy importante que ayuda a que nuestros primeros
triunfos sean tan excitantes, especialmente para aquellos de
nosotros que hacemos el han-dling, es la forja de una nueva y muy
especial relación con nuestro perro. Incluso cuando su perro es
su especial amigo en casa, una vez que Ud. comienza el trabajo en
conjunto para las exposiciones, sea para estructura u obediencia,
Ud. adquiere un maravilloso fortalecimiento del vínculo
humano-animal. A medida que Ud. practica con su perro, ambos
crecen en habilidad; ambos directamente tienen un gran orgullo del
progreso.
Luego Ud. comienza a viajar a las exposiciones, probablemente
estando más tiempo aún con su perro. Están los viajes por las
rutas, entrando y saliendo de hoteles, los ocasionales
restaurantes al paso y, por supuesto, todos esos helados para
compartir. Pero cuando hay tres o cuatro atrás en la camioneta o
la van, es fácil perder esa camaradería que hizo tan divertidos
los primeros viajes. Ud. comienza a olvidar-se del sentido de
aventura que acostumbraba a tener. Exponer puede volverse más un
trabajo que una diver-sión.
Sé que a medida que ganamos experiencia en la pista de exposición,
es natural que cada triunfo no embargue exactamente la misma emoción.
Tal vez esto sea lo normal. Mientras que cada vez es
exquisi-tamente especial, no hay ninguna vez exactamente igual a
la primera. Pero yo a veces pienso que aunque disfruto exponiendo
y haciendo mi segundo y tercer campeón y creo que he logrado que
los perros me quieran ¿Realmente he hecho sentir a esos perros en
"la cima del mundo" como yo me he sentido? Hacién-dolo
así solo puede beneficiar al perro y a su dueño. El cachorro que
mencioné me mostró su corazón. Con la excitación de ser uno de
los seis finalistas en el Grupo, su fantástica performance
anterior se había apagado. Ciertamente yo había hecho un
alboroto en ese momento, pero rápidamente volví a la normalidad.
Yo sabia que el era lo suficientemente bueno para ubicar-se en el
Grupo y no lo hizo. Me descorazoné, y esto ensombreció mi alegría
anterior. Si este triunfo en la raza me hubiera llegado tres años
antes, lo hubiera celebrado durante una semana. Es lindo ubicarse
en el Grupo o tener otros triunfos importantes. Pero -sin una
actitud "agria" cuando no lo hace- hágale saber a su
perro que su performance fue triunfal.
Puede ser su cincuentava exposición, pero no olvide que aunque
Ud. esté familiarizado con todos los altos y bajos, un perro
joven que recién comienza no lo está. Para él todo es
enteramente nuevo, entonces no sea impaciente con su excitación.
Sea suavemente firme, y déjelo trabajar para Ud. Uno de los
motivos por los que un perro se muestra bien, es que le gusta. Lo
mismo debe ser cierto para Ud. Después de todo, si ni Ud. ni su
perro están pasando un momento agradable ¿Cuál es el sentido?
Todos hemos visto a otros expositores que nos han hecho meditar el
porqué exponen perros. Ciertamente no por el placer de hacerlo,
porque ellos nunca pare-cen alegrarse con nada menos que un gran
triunfo. Muchos expositores, si no la mayoría, tienen igual
deleite con cada título que llega. Pero a veces necesi-tamos una
advertencia. Yo sé que voy a tener más diversión preparándome
y compitiendo en la próxima exposición, porque me he tomado el
tiempo para re-cordar los sentimientos que tuve cuando llegó mi
primer triunfo.
Para aquellos que recién están comenzando: Uds. están en la
buena senda cuando realmente disfrutan la diversión de esos
primeros certificados. Yo no les voy a decir que los tengan bien
dentro de su corazón porque va a ser la época más excitante de
su carrera. No. Hay mucho más por venir! Mantengan esos prime-ros
recuerdos florecientes mientras ganan experien-cia y llegan los éxitos.
Y no importa en que punto del camino esté Ud., no olvide de
compartir el helado.
(De American Kennel Gazette) |