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Aferrandose a la Emoción
por Por Anne Schaefer
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¿Recuerda cuando Ud. comenzó a exponer perros? ¿Recuerda que contento estaba por haber ganado una categoría? Cualquier premio era bueno. Ud. podía vivir una semana con la felicidad de haber ganado un tercer lugar.
¿Recuerda Ud. que emocionado estaba el día en que ganó su primer reservado de C.A.C.? Por supuesto, al tiempo que Ud. obtuvo su décimo reservado con el mismo perro el esplendor ya se había apagado ¿Pero recuerda el primero?
¿Qué me dice del día en que su perro ganó el primer C.A.C.? Ud. probablemente recuerda la exposición, la fecha, el juez, el clima y tal vez la ropa que vestía ese día. Si Ud. es como algunas personas, probablemente Ud. podrá recordar el bife que compró para celebrar. No era para comerlo Ud., sino para su perro.

           

Cuando exponemos perros, las derrotas vienen suficientemente a menudo. Pero si sus perros son buenos y Ud. persevera, los triunfos también llegan lo suficientemente a menudo. Es posible comenzar a pasar por alto algunas de las cosas que nos dieron la alegría de exponer en un principio. Recientemente, yo reflexionaba sobre los días de mis comienzos para ver lo que me había llevado de ser aficionada a cierta raza a todas las dificultades de la pistas de exposición. Recuerdo los viajes con mi primer Beagle de exposición. A pesar de estar casada, tener una hija y haber hecho algunos viajes, esto era diferente. Eramos solamente las dos. "Daunttess" era cachorra y había estado conmigo solo un corto tiempo. Disfrutábamos completamente la relación durante las sesiones de entrenamiento y las exposiciones, y los viajes fuera de la ciudad intensificaban nuestra armonía. Mis diva-gues pasados habían sido hechos ya sea sola o con mí esposo; ahora tenia una serie de experiencias com-pletamente nuevas, y eran realmente divertidas!
Dauntless y yo disfrutábamos las largas horas en la ruta. Ella se enroscaba en el asiento delantero y andaba millas y millas. (Aunque ahora ya no, en dos ocasiones tuve que clavar los frenos cuando se me cruzó otro auto. Mi perra se cayó al piso cada vez. Se han muerto perros en esas circunstancias. Ahora cualquier perro que viaja conmigo, va seguro dentro de una jaula.)
Cuando los tiempos eran de abundancia gozábamos con el servicio del hotel. Cuando el dinero escaseaba vivíamos una existencia espartana, excepto en la comida de1 perro. Nos alojamos en hoteles adorables, moteles ordinarios y, en una o dos ocasiones, lugares que nunca hubiera admitido. Dondequiera que estu-viéramos y como quiera que hubieran resultado las ex-posiciones, nos divertíamos.

LOS TRIUNFOS COMENZARON A LLEGAR
Así es como e1 promedio de los expositores de perros comienzan. Se ganan algunos premios, algunos C.A.C.s, Ilegan los "majors" y luego al fin se tiene un campeón. Si se continúa, se entra en la competencia por e1 Mejor de Raza. Aquí se pueden dar algunos tropiezos, pero los triunfos comienzan a llegar y la mira cambia de "¿Seré tenido en cuenta en la Raza?" a "¿Me ubicaré en el Grupo?" El simple placer que tenia al irse a su casa con un diploma se ha esfumado. Si no gana la Raza, vuelve a su casa absolutamente contrariado. No hay nada necesariamente malo en ello, porque después de todo ¿Quién no expone para ganar?
Hace unas pocas semanas, yo estaba conversando por teléfono con una buena amiga y le conté que aunque el joven Beagle que estaba exponiendo en esos momentos había sido llevado al Grupo el día anterior, no había sido ubicado. Debo haber dicho algo que sonó como "no sé porqué me molesté en llevarlo" porque mi amiga me dijo, "Anne, te estás cansando."
La madre de este cachorro fue, aunque de ninguna manera mi primer perro, mi primer ganador. Con ella yo experimenté todas las alegrías de las exposiciones: los primeros puntos, el primer título y la gloriosa sensación de terminar su campeonato e inmediata-mente ponerla en la pista de obediencia donde ella obtuvo su CD en gran forma. Cada paso positivo a lo largo del camino era motivo de gran regocijo. Mi perra y yo éramos un equipo, éramos compañeras, buenas amigas.
Pasaron algunos años y ahora estoy exponiendo a su hijo. He pasado por alto el hecho de que este cachorro tiene solo nueve meses de edad. Lo he criado y expuesto yo misma, y la razón por la que el estuvo en el Grupo ese día fue porque el había ganado la raza sobre 1os campeones desde la categoría Cria-do por el Expositor con un "major" de cuatro puntos! Mi amiga tenia razón. Seguramente yo me estaba can-sando.
En realidad, probablemente me cansé en tiempo record, dado que mi experiencia como expositora difícilmente puede ser considerada extensa. Esta no es una buena reflexión sobre mi. Pero estoy compar-tiendo mis pensamientos así que aquellos que vean un poquito de su propia actitud en esto pueden darse a ellos mismos y a sus perros una experiencia más "bondadosa y apacible." Todo lo que hace falta es echar una mirada a aquellos días de novicio.
Pensando en aquellos días de los primeros triunfos ¿Qué es lo que lo hacia a Ud. tan feliz? El ganar hace a la gente feliz. Parte del regocijo simplemente viene de la novedad de lo que uno está haciendo. Estas son nuevas sensaciones: ser escogido por el juez mien-tras Ud. y su perro recorren la pista por última vez; que un juez reduzca una categoría numerosa a Ud. y otro competidor y que luego lo señale a Ud.
Un factor muy importante que ayuda a que nuestros primeros triunfos sean tan excitantes, especialmente para aquellos de nosotros que hacemos el han-dling, es la forja de una nueva y muy especial relación con nuestro perro. Incluso cuando su perro es su especial amigo en casa, una vez que Ud. comienza el trabajo en conjunto para las exposiciones, sea para estructura u obediencia, Ud. adquiere un maravilloso fortalecimiento del vínculo humano-animal. A medida que Ud. practica con su perro, ambos crecen en habilidad; ambos directamente tienen un gran orgullo del progreso.
Luego Ud. comienza a viajar a las exposiciones, probablemente estando más tiempo aún con su perro. Están los viajes por las rutas, entrando y saliendo de hoteles, los ocasionales restaurantes al paso y, por supuesto, todos esos helados para compartir. Pero cuando hay tres o cuatro atrás en la camioneta o la van, es fácil perder esa camaradería que hizo tan divertidos los primeros viajes. Ud. comienza a olvidar-se del sentido de aventura que acostumbraba a tener. Exponer puede volverse más un trabajo que una diver-sión.
Sé que a medida que ganamos experiencia en la pista de exposición, es natural que cada triunfo no embargue exactamente la misma emoción. Tal vez esto sea lo normal. Mientras que cada vez es exquisi-tamente especial, no hay ninguna vez exactamente igual a la primera. Pero yo a veces pienso que aunque disfruto exponiendo y haciendo mi segundo y tercer campeón y creo que he logrado que los perros me quieran ¿Realmente he hecho sentir a esos perros en "la cima del mundo" como yo me he sentido? Hacién-dolo así solo puede beneficiar al perro y a su dueño. El cachorro que mencioné me mostró su corazón. Con la excitación de ser uno de los seis finalistas en el Grupo, su fantástica performance anterior se había apagado. Ciertamente yo había hecho un alboroto en ese momento, pero rápidamente volví a la normalidad. Yo sabia que el era lo suficientemente bueno para ubicar-se en el Grupo y no lo hizo. Me descorazoné, y esto ensombreció mi alegría anterior. Si este triunfo en la raza me hubiera llegado tres años antes, lo hubiera celebrado durante una semana. Es lindo ubicarse en el Grupo o tener otros triunfos importantes. Pero -sin una actitud "agria" cuando no lo hace- hágale saber a su perro que su performance fue triunfal.
Puede ser su cincuentava exposición, pero no olvide que aunque Ud. esté familiarizado con todos los altos y bajos, un perro joven que recién comienza no lo está. Para él todo es enteramente nuevo, entonces no sea impaciente con su excitación. Sea suavemente firme, y déjelo trabajar para Ud. Uno de los motivos por los que un perro se muestra bien, es que le gusta. Lo mismo debe ser cierto para Ud. Después de todo, si ni Ud. ni su perro están pasando un momento agradable ¿Cuál es el sentido?
Todos hemos visto a otros expositores que nos han hecho meditar el porqué exponen perros. Ciertamente no por el placer de hacerlo, porque ellos nunca pare-cen alegrarse con nada menos que un gran triunfo. Muchos expositores, si no la mayoría, tienen igual deleite con cada título que llega. Pero a veces necesi-tamos una advertencia. Yo sé que voy a tener más diversión preparándome y compitiendo en la próxima exposición, porque me he tomado el tiempo para re-cordar los sentimientos que tuve cuando llegó mi primer triunfo.
Para aquellos que recién están comenzando: Uds. están en la buena senda cuando realmente disfrutan la diversión de esos primeros certificados. Yo no les voy a decir que los tengan bien dentro de su corazón porque va a ser la época más excitante de su carrera. No. Hay mucho más por venir! Mantengan esos prime-ros recuerdos florecientes mientras ganan experien-cia y llegan los éxitos.
Y no importa en que punto del camino esté Ud., no olvide de compartir el helado.

(De American Kennel Gazette)

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