La selección natural es el método
que tiene la naturaleza para asegurarse el mantenimiento de la
eugenesia (buenos genes y excelente descendencia). Estimula la
supervivencia de los genéticamente más aptos y asegura la
eliminación de los errores de la naturaleza. Con los animales domésticos,
los continuos progresos en la tecnología veterinaria y la selección
artificial permiten a los criadores desordenar a la Madre
Naturaleza a veces para mejor, a veces para peor. En el mundo de
los perros de pura raza, muchos animales individuales y sus
problemas genéticos son artificialmente creados, mantenidos y
propagados por la intervención humana. En nuestros días, la
responsabilidad de mantener una carga genética saludable y la
prevención de los efectos deletéreos en la línea y la raza,
recaen principalmente en la integridad de los criadores.
El propósito de la selección artificial es mejorar la carga genética
en determinadas líneas criando perros de líneas paralelas pero
similares. De cualquier forma, una se-lección extremadamente
unilateral para determinadas características, mientras que puede
mejorar la estructura, la apariencia o la habilidad para el
trabajo, es a menudo a expensas de otros atributos. Los criadores
deben comparar los beneficios potenciales para la raza (como la
tipicidad) con las potenciales -y especialmente las probables- pérdidas
para la raza (como los defectos estructurales y funcionales, la
decreciente expectativa de vida y (a inhabilidad para aparearse o
parir).
¿SUPERVIVENCIA DEL INEPTO?
Algunos cachorros nacen con defectos físicos. Otros tienen menos
problemas obvios pero quedan enanos. La cuestión de que hacer con
los enanos de la lechigada, o con los cachorros con defectos físicos,
debe ser individualmente decidida por cada criador. Las opciones
eugenésicas incluyen sacrificar la lechigada, dejar a la
naturaleza que siga su curso o salvar a los cachorros y luego
castrarlos. También, cuando una madre rechaza un cachorro, tal
vez deberíamos tener en cuenta su decisión e inmediatamente
retirar al cachorro de la lechigada (en caso de que sus problemas
sean contagiosos) antes de ejercer nuestra opción. Con dos
lechigadas endebles de la misma madre, seria prudente considerar
el castrarla.
¿CRIANDO AL INEPTO?
Irónicamente, el empeoramiento inducido por el criador aparece más
en el campo de la reproducción. Hay muchos perros de pura raza
que no pueden aparearse y perras que ni pueden parir ni cuidar a
sus cachorros sin la ayuda humana.
Durante la primitiva domesticación, los animales que no reproducían
en cautiverio no contribuían para domesticar el plantel, mientras
que los que reproducían bien pasaban los genes para la buena
crianza para nutrir a las futuras generaciones de buenos
reproductores. Más recientemente, los perros de raza han sido enfáticamente
seleccionados por características específicas de la raza (la razón
de ser de las razas) y, como resultado, la habilidad para
reproducirse y el comportamiento maternal a veces se ha resentido.
Hay indudables razones de utilidad por las cuales el apareamiento
natural y el comportamiento maternal son importantes. Varios
estudios sobre mamíferos indican que el apareamiento natural, el
galanteo e incluso la vista, el sonido y/o el olor del macho
aumenta la producción y liberación de las hormonas que estimulan
el estro y controlan la ovulación y la cantidad de huevos
liberados. En otras palabras, el galanteo mejora la fertilidad y
la fecundidad. Adicionalmente, el galanteo representa una prueba
natural del temperamento: permite a la hembra evaluar la habilidad
de comunicación social de su futuro macho antes de aparearse.
A pesar de varios miles de años de selección doméstica
promiscua, muchas hembras aún son altamente selectivas en su
elección del compañero de apareamiento. Las razones más comunes
que tiene una hembra para rechazar un padrillo aparecen cuando el
macho es insociable, novato y/o inexperto en sus avances. En otras
palabras, el galanteo segrega a aquellos padrillos que no son
sociables (ya sea por falta de experiencia o por predisposición).
Los cambios genéticos dentro de una raza se producen
principalmente a través de los machos; una hembra puede
contribuir con sus genes solamente sobre una cantidad limitada de
cachorros durante su vida reproductiva, mientras que la mitad genética
correspondiente a los padrillos puede ser transmitida a veinte
cachorros en solo una semana! Aún así, como regla empírica, se
podría decir que ningún padrillo excepcional tendrá más
cachorros destacados que los que podrá producir una hembra
excepcional en toda su vida. Básicamente, los genes de muy pocos
machos están muy representa-dos en la combinación genética de
muchas líneas y razas: el efecto de la base genética. Una hembra
generalmente protege más lo puesto en la lechigada y preserva la
idoneidad de la carga genética porque se cuida la elección del
padrillo con la que se cruzará. En consecuencia, cuando elegimos
un padrillo para una hembra, debemos seguir su modelo y hacerlo
con extremo cuidado.
Si por cualquier razón un perro no puede aparearse, yo no lo
ayudaría. Yo no pondría bozal o reprimiría a animales que
fueran agresivos o miedosos. El temperamento se hereda, entonces
tiene sentido apartar a individuos con defectos obvios en este
campo. Aún más, yo puedo pensar en una sola razón para
inseminar artificialmente: cuando los perros están separados por
una gran distancia.
EL FACTOR CESAREA
Están produciéndose una gran cantidad de cesáreas electivas
-especialmente entre razas de cabeza grande y pelvis estrecha- y
en algunos toys. El problema es simple: se ha hecho una fuerte
selección para cabezas grandes, pero no se ha hecho la obviamente
necesaria concomitante selección para grandes pelvis. Si un
criador sospecha que puede ser necesaria una cesárea electiva,
tal vez la hembra no debería ser servida. Si es necesaria una cesárea
de emergencia para salvar la vida de la madre y sus cachorros en
una o más crías, el criador deberá considerar castrar a la
hembra y a la lechigada.
Una cesárea electiva puede tener profundos efectos nocivos en el
temperamento de los cachorros. El comportamiento maternal es
precipitado abruptamente por los muchos cambios hormonales que
ocurren en el parto. Practicar una cesárea antes del momento del
parto tiene el riesgo de que probablemente la hembra no se
interese por la lechigada o incluso intente dañarla. Los
cachorros rechazados deben ser criados a mano y en este caso serán
privados del calostro y la inmunidad de la madre contra muchos
males. Además, los cachorros son privados de la primera
socialización con la madre. Una falta de cuidado maternal y una
temprana aislación social son presagios de padrillos de poco mérito.
PROGRAMA DE CRIANZA
Cada vez que es necesaria la intervención del veterinario
para salvar la vida de fetos, cachorros o perros, el criador debe
considerar la castración de esos individuos. Si es necesaria la
intervención humana para crear vida de algunos perros, es raro
que sea de interés para los perros de pura raza criar con ellos.
Un buen criador va a seleccionar cuidadosamente para fecundidad y
buena salud tanto como para conformación, habilidad para trabajar
o temperamento. El o ella puede comenzar a seleccionar para una
adecuada fecundidad criando solamente con machos y hembras que
desciendan de líneas de parto natural y de lechigadas numerosas.
Mi mejor consejo para los criadores es que, por lo menos por tres
generaciones, preferentemente críen con perros saludables de buen
tipo que tengan al menos siete años de edad, no tengan defectos
obvios, no sean propensos a enfermedades infecciosas y sean
descendientes de antepasados igualmente saludables y longevos, y
hembras probadas de progenitores semejantes, todos los cuales
hayan cortejado, apareado y parido naturalmente y hayan criado
exitosamente lechigadas saludables y de buen tamaño.
(De American Kennel Gazette)
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