Es sin lugar a dudas el más conocido y difundido de los spaniels, apreciado por su carácter extremadamente simpático, alegre y juguetón, por su tamaño mediano y por su agradable aspecto. Todas estas características lo han distanciado cada vez más de los terrenos de caza (en los cuales demuestra ser un excelente perro de cobro, incansable y adecuado a cualquier clima y entorno) y lo han convertido en un perro de compañía, frecuentemente obligado a vivir en espacios reducidos a los cuales se adapta sin mayores problemas.

Raza de origen inglés, fue seleccionada para la caza de un ave llamada woodcock, de la cual toma su nombre. Si bien los spaniel existían en Gran Bretaña desde el siglo XV, el Cocker apareció a mediados del siglo XVIII y la raza se fijó definitivamente el tipo a principios de siglo XX . En 1901 se redactó el standard, difundiéndose más tarde ampliamente por todo el mundo. El primer club de raza se fundó en Estados Unidos en 1881, mientras que el club Inglés fue fundado en 1904.

Aunque de tamaño no muy grande, el cocker es un perro de fuerte constitución, compacto, sólido y muy resistente a la fatiga. Corre de manera ágil, alegre, y cubre al andar mucho terreno. Las Largas orejas tienen un nacimiento bajo y están revestidas de pelo largo y liso. La expresión de los ojos, que son grandes y de color marrón oscuro, es dulce y franca. La cola siempre debe ser llevada de manera alegre. Se admiten todos los colores: dorados, negros y negro-fuego son considerados sólidos. Los particolores son: blanco y negro, blanco y naranja, blanco y chocolate; los ruanos, azules, naranjas o chocolate. También pueden ser tricolores.