De tamaño no muy grande y aspecto desgreñado, el Cairn Terrier es un excelente cazador de ratas, a las que se enfrenta con decisión y gran velocidad.

Los origenes de este Terrier se remontan al siglo XVII. En la isla escocesa de Sky el clan McDonald tuvo durante mucho tiempo el monopolio de su cría. El nombre deriva de la palabra "cairn" que en lengua gaélica designa las hendiduras rocosas en las cuales se refugian los zorros que este perro caza. Esta raza ha contribuido a la formación del West Highland y el Scottish Terrier.

Su aspecto general es el de un perro fuerte y sólido de apariencia dura e hirsuta. Se desplaza rápidamente, con un trote muy típico y característico. La cabeza, no excesivamente pesada, tiene las orejas bien erguidas, pequeñas y en punta y los ojos de color marrón o negros con expresión atenta. El tronco es alargado, con el tórax bien desarrollado y una musculatura fuerte. Extremidades fuertes, con buen aplomo en las patas delanteras, y de movimientos libres. Pecho profundo. 

La textura del pelo es muy importante. Debe soportar las inclemencias del tiempo y tener una doble capa; la capa externa está formada por pelo abundante, duro pero no áspero; el subpelo debe ser corto, suave y denso. El pelo hueco es un defecto. Se permite una leve ondulación. Color: Crema, amarillo, rojo, gris o casi negro. Se acepta el moteado en todos estos colores, pero no así el negro sólido, blanco o el negro y fuego. Son muy típicas las manchas oscuras en las orejas y el hocico. 

Su andar debe ser con movimientos libres y fáciles. Los miembros delanteros deben tener una buena amplitud hacia adelante. Los miembros posteriores deben proporcionar una fuerte potencia propulsora. Los corvejones no deben estar muy juntos ni muy separados.

El Cairn es un perro ágil y alerta, que impresiona por su energía, firmeza y audacia. Tiene un carácter valiente y alegre; seguro de sí mismo, pero no agresivo.