El Borzoi, también llamado Barzoi y más popularmente galgo ruso, tuvo su momento de máxima gloria en la corte de los Zares donde era criado para utilizarlo en la caza del lobo siberiano. Optimo cazador también de pequeños animales, es un perro afectuoso y obediente con el amo pero extremadamente desconfiado con los extraños.

Desciende presumiblemente del lebrel egipcio y no se tienen datos precisos sobre su aparición en Rusia. Durante siglos ha sido el perro de las familias nobles y de los zares. La caída de la nobleza en Rusia fue la causa de la desaparición casi total de esta raza de su país de origen, afortunadamente su difusión en Europa y América era muy amplia.

Entre todos los galgos el borzoi es el mas "noble" tanto por sus características históricas como por su andar aristocrático. Cubierto por una espléndida capa de pelo ondulado, se mueve con gran distinción y elegancia. La cabeza es larga y estrecha. Los ojos son grandes, muy expresivos, color avellana oscuro, ubicados oblicuos, ligeramente prominentes, a ras de la cabeza y bastante próximos entre sí. Las orejas, muy móviles, de nacimiento alto, deben estar replegadas hacia atrás sobre el cuello. La cabeza es tan elegante y delgada que las grandes venas son visibles por debajo de la piel. La trufa es grande y móvil, bastante prominente en relación con la mandíbula inferior. Tiene un tórax estrecho aunque excepcionalmente profundo, con costillas planas. El dorso es gradualmente arqueado, más notoriamente en los machos. La altura a la cruz debe ser un poco inferior a la longitud del cuerpo. En los machos, la altura a la cruz es igual o apenas mayor que aquella que va del punto más alto de la grupa hasta el suelo; en las hembras en cambio esas dos alturas son iguales. Cola larga y muy mullida, en forma de hoz o sable, es de implantación baja. El pelaje largo, no lanoso, con reflejos sedosos, ondulado con grandes rizos y penachos largos en la parte posterior de las extremidades, en el tórax, muslos y cola. Existen en todos los colores y son muy apreciados los perros blancos sólidos o con manchas esfumadas de tonos rojos, amarillos, grises o negro. En los colores carbonados es típica la máscara negra.