El Puli es una de las razas
de pastor más antiguas. Desciende ciertamente del perro
oriental, como antepasado común de muchas razas de pastor de
pelo largo. Algunos sostienen que el Puli proviene del Terrier
Tibetano. Desde hace siglos, esta raza es empleada por los
pastores húngaros para cuidar a los animales a los que conduce y
defiende con gran habilidad y temperamento. Fue mencionado por
primera vez en la literatura en 1751, suponiéndolo originario
del Tibet y norte de la India. No fue conocido fuera de Hungría
hasta 1920. Aparte su país de origen, se ha hecho popular sobre
todo en Norteamérica. En 1955 se definió su estándar que admite
dos variedades diferentes: el Puli blanco y el Puli de otros
colores (negro, negro con reflejos rojizos y gris).
Es un perro de tamaño mediano pero bien construido y sólido. Su
característica principal, está definida por el pelaje que tiende
a afelparse en largas cuerdas que recubren todo el cuerpo y que,
en algunos ejemplares, llegan incluso al suelo.
La cabeza es pequeña, fina, redonda vista de frente, elíptica
vista de costado. Trufa negra, relativamente grande. Caña nasal
más corta que el cráneo. Hocico y cráneo redondeados. Arcos
superciliares pronunciados. Ojos sesgados de color café. Orejas
en forma de "V", anchas, redondeadas, siempre colgantes. Cuello
de longitud media, musculoso. La cola es bastante larga, muy
poblada de pelo, y es llevada recurvada sobre la grupa. Pelaje
de textura gruesa, con tendencia a afelparse y a formar flecos
"cordados". Pelo más corto en la cabeza y los pies con subpelo
fino.
Con respecto a su andar, el Puli se mueve con un galope rápido,
corto y con brincos. Es un estupendo perro guardián ya que ha
sido cuidador de rebaños durante siglos. Es un perro con una
gran capacidad de adaptación, impetuoso y vivo. Vivaracho y
curioso suele ser receloso con los extraños. Es esencialmente un
perro de trabajo. |


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