Eduard Korthals fue un exitoso criador de perros holandes. En 1870 él compró ocho griffones franceses que tenían barba y bigotes y con ellos creó la base de esta raza que hoy lleva su nombre. El príncipe alemán Albrechzu Solms apoyó económicamente a Korthals en su trabajo de criador cuando este tuvo dificultades financieras. Por todo esto se dice que la raza Korthals es francesa, holandesa y alemana; aunque oficialmente se la considere de origen francés.

Es un perro de trabajo, rústico y robusto, de tamaño mediano. Se encuentra protegido por su pelo áspero y tupido de las condiciones climáticas más adversas y de los terrenos más difíciles. La cabeza es grande y alargada, no muy ancha, adornada por unos característicos y largos bigotes y cejas. El hocico es bastante largo y ancho, la nariz, ligeramente acarnerada. La trufa es de color pardo, nunca negra. Los ojos, grandes y redondos, son de color amarillo oscuro o pardo, cubiertos de cejas enmarañadas que no llegan a cubrirlos totalmente. Las orejas son de tamaño mediano, planas, adheridas al cráneo y de forma triangular. Cuello largo, despejado y sin papada. Tronco algo más largo que alto. Pecho profundo pero no muy ancho. Costillas levemente arqueadas. Lomo robusto. La cola, ligeramente acortada, es llevada horizontal y un poco levantada, cubierta de pelo duro pero sin penacho. Suele cortarse a un tercio o un cuarto de su longitud. El manto es duro y áspero que recuerda a las cerdas del jabalí con un entrepelo fino y lanoso no visible. El pelo debe ser más corto en la región del cráneo, en la nuca y en las mejillas. Los colores más apreciados son: el gris azulado con manchas marrones, el marrón uniforme y el marrón canoso. También se admiten el blanco y marrón y el blanco anaranjado. 

Tiene un carácter muy afectuoso y fiel. Es sociable tanto con las personas como con otros perros. Posee una gran energía y vitalidad y una facilidad innnata para el aprendizaje, esto unido a su gran pasión por la caza lo hace una raza fácil de adiestrar como perro de muestra y también como cobrador. Se adapta a todo tipo de terrenos y condiciones climáticas y es muy resistente a la fatiga. Es muy apegado a su amo y a su territorio, que cuida con diligencia. Es muy afable con los niños.