El Boloñes o Bolognese en su idioma original, es una de las cuatro razas del grupo de los Bichones. Es una raza italiana cuyos inicios se confunden con los del Bichon Maltés, ya que sus lejanos ancestros son los mismos pequeños perros citados en latín por Aristóteles en el año 350 AC bajo el nombre de "canes melitenses". En la época de los romanos estos perros fueron muy apreciados y luego, en el renacimiento, se sabe que Cosmo de Medicis envió de regalo a Bruselas unos ocho ejemplares. Llegaron más tarde a España como obsequio al rey Felipe II y así se fueron difundiendo por Europa. Han estado de moda durante siglos como perros de compañía, sobretodo por la aristocracia italiana, eran un símbolo de riqueza además de grandes compañeros. 

El Boloñes es un perro de tamaño pequeño, con el tronco recogido y compacto, cubierto de pelo blanco puro, largo y vaporoso. Su cuerpo tiende a ser cuadrado y proporcionado. La cabeza es de longitud mediana, con orejas largas y caídas. Sus ojos grandes, de color ocre intenso le confieren una expresión atenta y vivaz. Se desplaza con paso desenvuelta, llevando la cabeza erguida y la cola arqueada sobre la espalda. Su pelaje es largo sobre todo el cuerpo y más corto sobre el hocico. El pelo es bien vaporoso, no estirado, sino en mechones; nunca forma flequillos. De color blanco puro, sin manchas, ni tonalidades de blanco.

De temperamento muy serio y tranquilo, el Boloñes es un perro dócil y sumamente apegado a su amo y a su ambiente.